Comer bien sin hacer dieta

La palabra dieta supone restricción, pasar hambre, prohibición. La dieta estricta en el sentido de contar las calorías y restringir la ingesta de alimentos no solo es difícil de sostener en el tiempo sino que esa ingesta pobre de nutrientes por largos periodos afecta la salud.
La balanza se ha vuelto nuestro juez y el peso es habitualmente el único motivo de preocupación. El peso NO dice todo sobre nuestro estado físico y a veces parece el único objetivo llegar a un numero que ni si quiera tiene fundamento ni es sostenible en el tiempo.
Hoy hay una nueva mirada donde ya quedaron atrás los planes restrictivos justamente porque no dan resultado. En vez de realizar innumerables dietas que fracasan una y otra vez hay que decidirse y aunque lleve tiempo, como todo cambio de habito, comenzar con un plan de alimentación saludable centrado en mejorar el estilo de vida. Para lograrlo debemos cambiar el modelo de hambre al que veníamos acostumbrados y tratar de cambiar lento pero sostenidamente nuestras elecciones diarias sin olvidar que comer es un placer y que lo que nos gusta en la porción justa no está prohibido, prohibir solo genera más deseo.
El plan de alimentación debe ser individual adecuado no solo al estado fisiológico y los requerimientos nutricionales sino también a los gustos y hábitos. Comenzar a incluir mas movimiento día a día y pensar positivo, el que quiere puede. Esta es la clave del éxito!